En mi nueva casa tengo una cama matrimonial para mí solita. Más espacio pa'dormir, más frío por las noches. Una camita individual es perfecta para mí, que no me muevo durante la noche. Bueno, sí me muevo, pero siempre sobre un eje. Lo único que hago es ponerme de panza o de ladito, casi en posición fetal. Pero las sábanas nunca se desacomodan; es más, podría levantarme, jalar tantito las cobijas y tan tan, aquí no pasó nada (ok ok, cuando llevo prisa hago eso..!)
Así que tener más espacio en la cama no me representa mayor gusto salvo que ahora puedo dormir con dos o tres osos de peluche. Voy rolando a los osos -nombre genérico para todas las especies peluchinas que pueblan mi cama-:
un día le toca a Manchita, luego al Trompas, otro día le toca a Tom, después a Forky, luego a Vico, después al Baby, luego a Bebetón, otra vez a Bebetón, de nuevo a Bebetón... siempre termino por recurrir a Bebetón, mi adorado y blanco oso -él sí es un OSO- tipo Monkiki (¿alguien veía los Monkikies?).
El Bebetón era de la Pify, se lo regaló una tía cuando cumplió 4 años y desde entonces me enamoré de él. Uno o dos años después que me vine a Mty logré que la Pify me lo regalara, con el pretexto de que al verlo sobre mi cama me acordaría de ella. Pero la neta es que no necesito nada para acordarme de la Pifyta, que a partir del domingo será oficialmente teenager.
Wow, cómo pasa el tiempo! Apenas ayer la cargué por primera vez, enfundada en un jueguito de ropa color amarillo, con una chambrita cuya puntada escogí yo. Apenas ayer...
miércoles, 21 de enero de 2004
Publicadas por MiCh @ 2:19 p.m.
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