miércoles, 29 de septiembre de 2004

Soy experta en herir susceptibilidades... aunque una vez leí un ensayo buenísimo donde una de sus premisas era: "no puedes herir lo que no existe", y como no hay tal cosa que sea una susceptibilidad, entonces no puedes dañarla en nada. Pero eso no quita que sea buenísima para meter la pata, para decir cosas que la gente interpreta de otra manera y para soltar comentarios inocentes que no lo suenan del todo. ¿La última ocasión? Con la rock star roomie. Tengo asuntos pendientes que tratar con ella, pero en lugar de eso se molestó por una simple pregunta que le hice y que interpretó como agresión directa. Uta. Si ya decía yo que no podía dejar de tener problemas de convivencia. Whatever, tengo que restablecer esa relación porque la roomie tiene algo que me interesa (siii, ya salió el peine): un amiguito suyo todo lindo, amable, sweetie y que le gusta mucho lo que yo cocino, jijiji. Dicen que un clavo saca a otro clavo... quizá este nuevo baby me ayude a sacarme de la cabeza al bebé anterior. Nah'. Este post ha resultado demasiado interesado, y la neta es que yo no soy así. Aunque también dicen que la burra no era arisca, sino que la hicieron...

sábado, 25 de septiembre de 2004

Poema 20, Pablo Neruda


Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Escribir, por ejemplo: "La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos."

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

Que importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.

viernes, 24 de septiembre de 2004

A la oficina siempre voy ligeramente formal pero nada del otro mundo, de cara lavada y cabello recogido. Apenas lo suficientemente decente que exige el protocolo, pero lo bastante cómoda como para ir después a la escuela.
Hoy hice una excepción nomás porque sí: zapatos altos, cabello suelto y alaciado, un poco de maquillaje, un vestidito todo lindo. Y claro, todos preguntaron a qué se debía el notorio cambio, si tenía un date, si saldría con el novio (¿cuál?), si iría a algún lugar importante, que a quién quería impresionar, blablablá. No han dejado de molestar en todo el día. Uno ya no puede cambiar su rutina diaria porque enseguida piden explicaciones, jijiji. Nah', para qué me hago. En el fondo me ha gustado ser el centro de atención toda la mañana, y estoy casi segura que esta "excepción" es producto de haber recordado que el bebé una vez me dijo: nunca te he visto mas que con jeans, y las ocasiones siguientes sólo me puse faldas, y luego me dijo: no te he visto cos vestidos, y el muy menso ya no alcanzó a verme así.
Aunque bueno, ninguno de los dos ha muerto (yo sí, un poquito más cada día) y todavía puede haber otras oportunidades... sólo que ya para qué...

martes, 21 de septiembre de 2004

Aún no me gradúo de ingeniería química pero en la oficina ya me han licenciado en varias especialidades: me llaman arquitecta, contadora, licenciada, ingeniera... incluso una vez un contratista llamó y me dijo doctora. Uyyy. Debo confesar que más de una vez he pregonado que cuando por fin me gradúe, voy a hacer que todos me llamen ingeniera porque bastante trabajo me ha costado llegar hasta aquí. Varias veces le he marcado a personas "importantes", las he llamado sólo por su nombre y las asistentes me dicen: "ahhh, con el IN-GE-NIE-RO / LI-CEN-CIA-DO / lo-que-sea Fulano de Tal". Ese afán mexicano de llamar a la gente por su profesión me causa risa. Jijijiiiii.

viernes, 17 de septiembre de 2004

A veces quisiera borrarte de mi memoria. A veces quisiera no haber bailado al ritmo de tu respiración. A veces quisiera hacerme sacar tu recuerdo y dejarlo en el cajón. A veces quisiera no haber conocido el sabor de tu alma. A veces quisiera no haber oído nunca tu voz.

Pero éso me pasa sólo a veces...

Aunque haya sido tan corto el tiempo la esperanza siempre fue tan grande. Aunque no esperábamos nada yo lo aposté todo. Aunque nunca tuvimos nombre yo te registré en el corazón. Te quedaste en mi piel, te quedaste en mis labios, te quedaste en mi voz. Y aunque a veces quiero olvidarte, casi siempre quiero extrañarte.

Pero éso... éso también me pasa sólo a veces...

lunes, 13 de septiembre de 2004

Amalia GarcíaSiendo apenas la tercera mujer que accede a la gubernatura de un estado, ayer rindió protesta en Zacatecas doña Amalia García. A mi juicio, es una de las pocas políticas mexicanas que no abusa de su condición de mujer sino que trabaja fuertemente con tesón, responsabilidad y honradez.

Después de la decepción que provocó Rosario Robles, mis esperanzas de ver a una mujer desempeñando eficientemente un puesto político de importancia están puestas en Amalia. Ojalá no le pase lo que a Rosario, que cometió el gravísimo error de todas las mujeres inteligentes: enamorarse como una idiota (Angeles Mastretta dixit). Por favor Amalia, no te enamores. Ni de un hombre ni mucho menos del poder.

domingo, 5 de septiembre de 2004

Este fin el depa estuvo hasta las orejas: cuatro roomies, dos papás, dos novios, veinte amigos flat, una gata, un perro y un caracol.
No me gustan las discusiones familiares menos voy a soportar las ajenas. Los papás de la sexy festive roomie (y de la sweet roomie) llegaron ayer, la llevaron a comer y le compraron un pastel. Los señores son simpáticos y te sacan buena plática, pero creo que son exagerados con la lista de precauciones y cuidados que nos recetan cada visita. La mamá es especialmente castrante. No encuentro otra palabra para definirla. Todo le molesta, a todo le encuentra peros, trata a sus hijas como si fueran bebés y se la pasa viendo moros con tranchete. Un par de veces me involucró en sus regaños, poniéndome de ejemplo a sus hijas "que como pueden tener el cuarto tan puerco y yo lo tengo super ordenado y eso que trabajo y estudio y..." Patético. Lo mismo hacía (hace) mi mamá con mis hermanos y por eso me odian en temporadas. Además, yo no tengo mi cuarto recogido. Soy precavida, que es otra cosa. Ya sabía que llegaban el sábado, así que un día antes lavé ropa, guardé libros y recogí el mugrero. Y sí, sus hijas son flojas y dormilonas, pero no me gusta que lo haga notar comparándolas conmigo. Si mamá leyera esto se sorprendería. Cuando voy a la casa se la pasa diciendo que mi cuarto es una pocilga "así has de tener tu cuarto en Mty".
A la rock star roomie la visitó su novio y fueron al concierto de The Cure. El tipito es el doble de Bunbury y tiene algo que no termina de cuadrarme. También vino el novio de la sweet roomie y tuvo que aventarse un weekend con los suegros.
Para celebrar que ya no llueve y dar por terminados los festejos cumpleañeros, nos comimos tres pizzas. Y ahora son casi las ocho de la noche y mañana tengo examen de Control.

jueves, 2 de septiembre de 2004

Ya me adapté a mi nuevo empleo. Cotizar, facturar y cobrar no son cosas del otro mundo. Claro que en este país las palabras de más uso son mañana y ni modo. Mañana te mando el cheque. Háblame mañana y te doy razón. Ya se fue el ingeniero y no firmó, ni modo. Como si costara mucho hacer un pinchurriento cheque o firmar una cotización. Con las Olimpiadas me desconecté del mundo real. No sé qué diablos pasa en México menos voy a saber por qué ha llovido tres días seguidos en la ciudad. Supongo que ha de ser un huracán, creo que es temporada. Y así nada más, dejé de leer. Ni novelas, ni ensayos, ni el periódico. Yo le llamo entusiasmo musical, otros le llaman déficit de atención. Debo leer los tres capitulos del libro de Control. Sólo son tres capítulos, no más de veinte hojas, pero están en inglés. Matemáticas en inglés. Damn it. Hoy me llegó un email de un viejo amigo contando sus aventuras laborales en la India. Me entró el viejo orgullo por mi carrera, el mismo que tenía cuando entré al Tec. Uta, ya son las 8:00 y debo hacer tarea, estudiar, cocinar para mañana, prender la lavadora y terminar el regalo de la roomie. La sexy festive roomie cumple años mañana y los festejará en un antro. Que loca la idea de festejar en un lugar CERRADO lleno de gente extraña, con sólo una mesa para los cuates, rodeados de humo de cigarros y niños borrachos. Yo prefiero hacer una comida, una tarde de películas, o ir a un concierto y después a cenar. Delgadillo viene en octubre, me festejaré casi dos meses por adelantado. Tengo frío, cuando venía del trabajo me mojé los zapatos y el pantalón. La sombrilla no hace mucho por ellos. Me siento como un perro café mojado, y andaluz.

miércoles, 1 de septiembre de 2004

IV Informe de Gobierno


Por supuesto que Fox no es el único culpable de la situación nacional. Romper con tradiciones de más de 70 años no es cosa de quince minutos. De hecho, creo que el Congreso tiene mucha más culpa que el Presidente, por esa necia y estúpida negativa a toda iniciativa que venga del Ejecutivo. Pero así y todo, hay algo que duele en lo más profundo: México ha perdido cuatro largos años.

visto en el Congreso
Afortunadamente, sólo le quedan dos años a Fox, "y después al rancho" (ojalá con todo y Martita). Desafortunadamente, no se ve nada bueno en el panorama. Ninguno de los precandidatos tiene los tamaños como para encausar ya no digamos el desarrollo, al menos la recuperación del país. Al paso que vamos, tendremos que escoger al menos peor. Si es cierto que cada pueblo tiene el gobierno que merece, ¿qué habremos hecho los mexicanos para merecer esto?