Siendo apenas la tercera mujer que accede a la gubernatura de un estado, ayer rindió protesta en Zacatecas doña Amalia García. A mi juicio, es una de las pocas políticas mexicanas que no abusa de su condición de mujer sino que trabaja fuertemente con tesón, responsabilidad y honradez.
Después de la decepción que provocó Rosario Robles, mis esperanzas de ver a una mujer desempeñando eficientemente un puesto político de importancia están puestas en Amalia. Ojalá no le pase lo que a Rosario, que cometió el gravísimo error de todas las mujeres inteligentes: enamorarse como una idiota (Angeles Mastretta dixit). Por favor Amalia, no te enamores. Ni de un hombre ni mucho menos del poder.
lunes, 13 de septiembre de 2004
Publicadas por MiCh @ 3:05 p.m.
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