lunes, 26 de julio de 2004

Soy abuela de nuevooo!
Mi adorada hija perro, Laishita Bebé (en realidad se llama Laisha, pero para mí siempre será un bebé) tuvo ayer a tres hermosas ratas que pronto mutarán a perro. Al parecer ahora no hay un cachorro más grande que los otros, están casi del mismo tamaño y espero que esta vez se logren los tres perritos... aún no sabemos si son niños o niñas por eso aún no tienen nombre, además que me agarraron desprevenida porque yo contaba con que el parto sería a principios de agosto. Whatever, otra vez estoy lejos de mi hija perro y mamá es la que tiene que hacerla de cuidadora de perras recién paridas y ratas perrunas acabadas de nacer... pronto habrá fotos!

viernes, 23 de julio de 2004

Hay días malos. Incluso hay semanas malas. Esta fue una de ellas para mí. Entre el inesperado business travel de mi más querida amiga, el campamento de dos semanas de mi mejor amigo, el viaje al extranjero de mi consejera y mentora, los problemas familiares de la amiga que mejor sabe escucharme, la espera infructuosa de una llamada telefónica (mas que verlo quiero oirlo) y mis propias -y cuasipermanentes- crisis existenciales, los días se me hacían insufribles. Quería estar con alguien pero al mismo tiempo sabía que debía estar sola.
Por primera vez no quise curarme la depresión con libros. Recurrí a la música. Y ahí estuvo Diego Torres y su fabuloso y reciente Unplugged para MTV. Ya me gustaba la música de Diego, pero ahora "sensishiiita y carismáaaticamente" ha pasado a formar parte de los favoritos. Gracias Diego por hacerme más llevaderos estos días grises. Neta que viniste aquí para dejar una señal.

jueves, 22 de julio de 2004

Si alguien me quiere hacer un regalo, le sugiero el libro "Gritos y Susurros: Experiencias Intempestivas de 38 mujeres", de Denise Dresser.

Desde que Germán Dehesa lo mencionó en su columna me entraron unas ganas enormes de leerlo de una sola sentada. Según una reciente entrevista a la Dresser, una de las politólogas de mayor respeto en el país, "este libro es el sueño mexicano, de sus mujeres, soñado por mujeres, y es un sueño en el cual hay pesadillas, hay monstruos y hay dragones. Algo que revela este libro es que no es fácil ser una mujer de éxito en México".

En él aparecen experiencias muy variadas, desde pasiones ilícitas, romances, experiencias ante la muerte, hasta confesiones sobre cómo es educar a un hijo sin padre conocido o cómo alguna de las escritoras manejaron un triángulo amoroso con hombre casado o fueron confrontadas por "la otra mujer"."Es la historia no oficial de 38 mujeres mexicanas", explica la compiladora.

Wow, me lo imagino como Mujeres de Ojos Grandes, de Ángeles Mastretta, pero con la salvedad que las 38 mujeres que buscó Dresser son candorosamente de carne y hueso. Me muero por conocer las historias de Rosario Robles, de Beatriz Paredes, de la Poniatowska, de Sara Sefkovich y Laura Esquivel; de Eugenia León y María Rojo; de la Aristegui, de Marta Lamas y de la propia Dresser.

Lo quiero, lo quiero... ¿quién me lo regala?

miércoles, 21 de julio de 2004

Están muertos
A una de mis roomies le encantan los peces. Tenía un pez dorado, un japonés y dos caracoles. Hace un mes que se fue a casa de sus padres a pasar las vacaciones, y como yo soy totalmente clase trabajadora [jejeje] y no me dieron vacaciones en la Fundación, me quedé a cargo del depa y obviamente, del cuidado de las mascotas pescadunas... sólo era cuestión de darles de comer por la mañana y por la tarde, y antes de acostarme encenderles una luz [no tengo idea para que sea eso]. Claro que no contaba con un par de inconvenientes: el motor del oxígeno ya andaba en las últimas y no me dejaron comida suficiente para el mes y medio de vacaciones. Además esos pecerdos [comían como tales] ensuciaban el agua con una rapidez asombrosa, ni los 300 gupies y mollies de mi hermanita lo hacen con tanta velocidad. Y la neta es que cuando estoy en casa de mis papás jamás le ayudo a la Pify a lavar sus peces porque me da asquito, no soporto el olor del agua sucia de una pecera, wuac, y cuando me di cuenta que, o me aguantaba y lavaba los peces de mi roomie o soportaba la peste de los animales en plena sala de estar, entré en pánico. Con el paso de los días me di cuenta que el motor del oxígeno estaba fallando y que calentaba demasiado el agua. Y si a eso añadimos los 35 o 36°C del verano regiomontano, mi sentido común me indicaba que los peces podrían estar viviendo sus últimos días. Entonces sucedió.

A la semana noté que uno de los caracoles llevaba varios días en el mismo rincón de la pecera. De hecho se lo había comentado a mi roomie antes de que se fuera, pero ella me juró que el caracol simplemente era flojo. Se lo comenté al bebé una tarde y decidimos salir de dudas: siii, estaba muertooo! El gelatinoso cuerpo del caracol se escurrió de la concha y tuvimos que recogerlo casi con pala del fondo de la pecera (wuac!). Al otro día, aguantándome el asco, lavé por primera vez en la vida una pecera. Cero y va uno.

El oxígeno seguía fallando. Le mandé un mensajito a mi roomie y me contestó que hiciera la típica mexicanada: que le pusiera cinta, un golpecito por aquí, un amarre por allá y asunto arreglado. Una semana después de la muerte del caracol fui a la fiesta de cumpleaños de una amiga y dejé a los peces vivitos y coleando. Al regresar el pez dorado flotaba, gordo como era, en una esquina de la pecera. Tenía claras señales de haber muerto de asfixia [la Pify me ha instruido en el arte del cuidado de los peces, ella es toda una experta!] Cero y van dos.

Incluso el administrador del edificio se involucró en el cuidado de los peces. Están haciendo algunas mejoras en el edificio y él abre y cierra los departamentos cuando entran los trabajadores, y si no se encuentran los dueños se queda al cuidado mientras dura la reparación. Varias veces se dio cuenta de que el oxígeno no funcionaba y trató de repararlo. El pasado viernes me llamó a la oficina y me dio la mala noticia: el pez japonés estaba muerto, y también por asfixia. Cero y van tres.

Mi roomie está en crisis pero afortunadamente no la tomó personal conmigo. Y como dice el dicho: muerto el niño entonces tapan el pozo, así que compré un nuevo motor, reparé el filtro del oxígeno y el caracol sobreviviente se está dando vida de rey con toda la pecera para él solito. Hoy por la tarde los papás de mi roomie llevarán un par de peces nuevos. Lo único seguro de toda esta historia es que, a pesar de que me encantan los mariscos, creo que no comeré pescado en mucho mucho tiempo...

viernes, 16 de julio de 2004

Al POETA, por sus 100 años de vida..



Pido silencio, Pablo Neruda


Ahora me dejen tranquilo.
Ahora se acostumbren sin mí.

Yo voy a cerrar los ojos

Y sólo quiero cinco cosas,
cinco raíces preferidas.

Una es el amor sin fin.

Lo segundo es ver el otoño.
No puedo ser sin que las hojas
vuelen y vuelvan a la tierra.

Lo tercero es el grave invierno,
la lluvia que amé, la caricia
del fuego en el frío silvestre.

En cuarto lugar el verano
redondo como una sandía.

La quinta cosa son tus ojos,
Matilde mía, bienamada,
no quiero dormir sin tus ojos,
no quiero ser sin que me mires:
yo cambio la primavera
porque tú me sigas mirando.

Amigos, eso es cuanto quiero.
Es casi nada y casi todo.

Ahora sí quieren se vayan.

He vivido tanto que un día
tendrán que olvidarme por fuerza,
borrándome de la pizarra;
mi corazón fue interminable.

Pero porque pido silencio
no crean que voy a morirme;
me pasa todo lo contrario:
sucede que voy a vivirme.

Sucede que soy y que sigo.

No será, pues, sino que adentro
de mí crecerán cereales,
primero los granos que rompen
la tierra para ver la luz,
pero la madre tierra es oscura,
y dentro de mí soy oscuro:
soy como un pozo en cuyas aguas
la noche deja sus estrellas
y sigue sola por el campo.

Se trata de que tanto he vivido
que quiero vivir otro tanto.

Nunca me sentí tan sonoro,
nunca he tenido tantos besos.

Ahora, como siempre, es temprano.
Vuela la luz con sus abejas.

Déjenme solo con el día.
Pido permiso para nacer.

martes, 13 de julio de 2004

Esto es el caos

obras en Garza Sada

Hace una semana que las calles que rodean a mi departamento están prácticamente intransitables. Están construyendo dos puentes, uno deprimido y un paso a desnivel justo enfrente del Tec. En buena hora me cambié de casa, damn it!

Lo peor del caso es que esto va para largo. En teoría el paso a desnivel se termina el 31 de octubre, y el paso deprimido el 31 de diciembre. Lo que es lo mismo, todo el semestre estaremos llenos de tierra, fierros, trabajadores y desvíos de coches... seis meses, seis meses, seis meses... lo resistiremos?

Por lo pronto ya se empiezan a sentir los estragos. Las calles que rodean la Av. Garza Sada están repletas de automovilistas que no acostumbraban pasar por aquí. Los estudiantes están tomando sus precauciones, pues hay demasiada gente extraña alrededor y con eso que les da por creer que todos los niños del Tec son (somos) millonarios, pues ya ha habido un par de asaltos menores, que prometen ponerse mayores. Y pa'colmo de males, el domingo cortaron el suministro de agua... horror, que al menos aviseeen, pa'tomar medidas! Yo me disponía a alistarme para la iglesia y uhhh, no había nadita de agua. Tuve que lavarme la cara y cepillarme los dientes con agua purificada... ojalá estos seis meses se pasen pronto.

P.O.R . F.A.V.O.R !!!

martes, 6 de julio de 2004

Grecia, campeón de Europa


Debo confesar que mi favorito en la Eurocopa era, como siempre, Alemania. Claro que desde el primer partido se notó que no tenían argumentos para llegar más allá de la primera ronda, por lo que enfoqué todas mis energías en Inglaterra y el adorado (y en este torneo super ineficiente) David Beckham.

Obvio, en el camino me topé con el excelente fútbol de los checos, el resurgimiento de Zidane y compañía, la explosividad de los suecos y el orden de los daneses. De los griegos me sorprendió que le ganaran a Portugal y empataran con España. De hecho la Furia estuvo a punto de dejarlos fuera de los cuartos de final, sólo que a los españoles, a pesar de tener la mejor liga del planeta, les pasa lo que a todos los equipos mexicanos: siempre son el "ya merito".

De ahí en adelante se dieron las sorpresas: Alemania, Italia y España se fueron antes de tiempo y dejaron sus lugares a equipos "chicos" de nombre y de nómina, pero grandes en espíritu y fuerza.

Finalmente quedaron los portugueses y los griegos. Éstos últimos confirmaron la tendencia de la temporada deportiva: los chicos se están comiendo a los grandes y los inexpertos le están dando clases a los expertos.

Un torneo lleno de sorpresas no podía terminarse sin sorpresas, y la última fue muy buena: los griegos, con un fútbol poco espectacular pero tremendamente efectivo, se llevaron la Eurocopa!

Grecia campeón!

Hasta el Olimpo... y más allá!