viernes, 23 de enero de 2004

Dicen que uno es lo que come... En mi caso, me parece que yo soy lo que leo. Este libro de la Beauvoir me ha puesto a pensar más de la cuenta. ¡A los 23 años haciéndome cuestionamientos de cuarentona! ¿Qué he hecho de mi vida -pregunta que me parece sacada de un suplemento femenino cualquiera-? ¿Me he conducido adecuadamente? ¿Qué he dejado en los demás? Cuando muera, ¿alguien me recordará? ¿Y si todo lo que he creído haber hecho correctamente resulta una farsa? ¿Y si realmente el amor verdadero, único e inagotable no existe? ¿Y si...?

¡Basta, basta! Si algo debo tomar del libro es aprender a vivir cada día como si fuera el último, dejar el pasado en el lugar que le corresponde y dejando que el futuro venga como le dé la gana... Si fuera menos introspectiva todo sería más fácil, podría leer cualquier libro sin sentirme afectada, pero ohhh nooo, tenía que ser yo tan complicadaaa!

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