Ayer experimenté por primera vez en la vida la necesidad de levantarme de madrugada a escribir. Me ha pasado varias veces que a las tres de la mañana siento el deseo incontrolable de seguir con la lectura en turno. También me he sorprendido soñando con algún pasaje o una frase del libro que esté leyendo en esos días. Me ocurre frecuentemente con la Biblia y lo interpreto como la voz de Dios queriendo hablar a mi vida...pero jamás había pasado con la necesidad de escribir.
¿Será que estoy mutando de lectora compulsiva a escritora frenética? Cabe mencionar que no me dormí hasta dejar perfectamente corregida la cuartilla de papel...misma que no pienso postear por el momento porque es sumamente depresiva.
lunes, 10 de marzo de 2003
Publicadas por MiCh @ 7:38 p.m.
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