miércoles, 24 de mayo de 2006

Pfff.. hoy es cumple de Ana, una de mis mejores amigas. No ha sido un buen año el nuestro, pero de cualquier manera se le quiere a la chicuela que ya no es tan chicuela. Pero no importa, viejos los cerros y aún así reverdecen, jojojo.
No quiero balconearla, pero su nueva edad (27) se me hace mágica. La edad perfecta, por así decirlo. Desde peque dije que a esa edad me iba a casar -sorry a aquellos que les hice creer otra cosa, tss!-. Claro que ahora que veo tan cercana esa fecha me entra la histeria. A mi edad mi madre tenía una pequeña que ya iba al kínder y un enanito que empezaba a caminar -o sea mi hermano y yo-. Tenía casi seis años de casada. No sé si yo podría con semejante paquete. Mamá dice que sí, y que al contrario, si ella hubiera estado en mis zapatos no habría logrado sobrevivir. Who knows? Pero estar tan cerca de la edad dorada hace que me replantee muchas cosas. Tengo un sueño guajiro metido entre ceja y ceja, el cual sólo conoce la princesa ratuna y quien sabe si lo recuerde de entre tanto palabreo que tenemos en el MSN. ¿Matrimonio? No, gracias, pero el amor es bienvenido. Amor o lo que más se le parezca. Whatever.

Por lo pronto, tomatitos bebés.
Off-topic:
Las alarmas de mi móvil dicen que faltan 15 días para el Mundial y que faltan 38 días para las elecciones. Tricolores, recuerden las sabias palabras de Hugo: si México no gana el Mundial la gente no va a votar. Así que no sean malitos..

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