Hay días insufribles y hay días en que no puedes sufrir a nadie.. algo así va la frase de no sé quién, creo que la leí en el eteeerno prólogo del Quijote en la versión de Porrúa. El chiste es que hoy es uno de esos días en que andas con la moral súper down. Toda bajoneada, como dicen también por ahí. Sepalabola qué es eso de "bajonear", pero ya nada me extraña después de escuchar "complotear", "revisonar", "improvear" y palabrejas similares. Lo peor es que no amanecí down, al contrario, me levanté tempranito y me planché el cabello -siempre señal de buen ánimo-. A mediodía las cosas cambiaron. Quizá porque se va una semana y ya lo extraño. Quizá porque la única forma en que sé trabajar es bajo presión y esta semana anduve muy free. Hay cosas que hacer, por supuesto, pero ya no dependen de mí sino de los demás, y la espera me vuelve loca. Me gusta la adrenalina, la presión, adoro las fechas de entrega, los death lines. Quizá porque hoy me regañó mi jefe por primera vez y ni siquiera por algo de lo que tuviera la culpa. Quizá porque me frustra recibir el sueldo y tener que destinarlo inmediatamente a los múltiples pagos pendientes. Quizá porque me di cuenta que antes yo era culta: leía mucho, veía buen cine y hasta sabía un poco de arte. Hoy sólo veo a gente perdida en islas desiertas, le sigo la pista a lo único que no miente -la evidencia- y cuento los días para que empiece el Mundial. Y no es que esté mal, pero tampoco está bien. Osh, puuuras fallas. Lo bueno es que ya es viernes y desde el viernes los ratones ya no piensan: sólo pierden la razón.
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