I'm back! Apenas ayer pisé tierras regias después de nueve preciosos días en Valle de Bravo...El viajecito alcanzó hasta para visitar -de entrada por salida- a mis papás, mis hermanos y mis perros. Y hoy, ouch! a darle al mundo REAL. Neta, la idea de construir enramadas y quedarse disfrutando de la paz y la tranquilidad me ha perseguido estos dos últimos días. Pero como dirían en X Files, la verdad está allá afuera. Y no tiene caso llenarse de Dios si no va uno a compartirlo.
Estos días en el campa aprendí que Dios usa nuestras debilidades para glorificarse a través de la vida de la gente. Yo iba desinflada, sin fuerzas, super estresada...En teoría se supone que iba a ayudar y escuchar a la gente, a dar un poquito de mi alma. ¿Pero cómo va a dar uno de lo que no tiene? En fin, que el Señor es tan bueno y maravilloso que usó mi propio vacío para llenar a los demás. Qué paradoja. Y así fue como Él y solo Él se llevó toda la gloria, para que en ningún momento yo dijera: ¡Ah, pero qué buena líder soy! La neta estuvo todo super chido...Lo único que lamento es no haber tenido el tiempo suficiente -mentira! el tiempo lo tuve, pero durante algunos días le di más importancia a las actividades que a la gente...- para dedicarselo a los viejos y los nuevos amigos. Pero también de eso aprendí a ser más equilibrada entre lo material y lo personal, el control y la improvisación, la agenda y el tiempo libre...
Aparte de la Palabra de Dios, lo que más me llegó al corazón en este campa fue saberme y sentirme amada...Dios me ha regalado amigos grandiosos que me quieren por lo que soy y que valoran mi trabajo. Gracias a ese amor pude ir a mi casa y arreglar algunos malentendidos. No cabe duda que no hay lugar más hermoso que donde están la familia y los amigos, y no hay lugar más seguro que en las manos de Dios.
miércoles, 23 de abril de 2003
Publicadas por MiCh @ 4:53 p.m.
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