Por lo general me la paso contando los días pa'l cumple; ya entrando en noviembre prácticamente hago cuenta regresiva.. faltan veinte días, faltan quince, faltan diez. Pero este año no. Es cierto que he hablado mucho de él aquí en el bloj, pero todo es un desesperado intento por lograr que me emocione la idea de cumplir años. Eso sí, me intriga el próximo cumple. Cumplir veintisiente es más chido que cumplir veintiseis. Será que los números siempre han tenido una fuerte carga simbólica para mí. Cumplir 23 era un sueño, pero todo se debía a que nací un día 23. En este año los días seis de cada mes [como hoy] me han parecido simpáticos. 06-11-06. El seis de junio fue la locura. Igual lo será el siete de julio del próximo año. Pff.. yo y mis combinaciones numéricas extrañas.

Pero cumplir veintisiete trae consigo, además, una fuerte carga emocional. Desde muy niña he dicho que me casaría a los veintisiete. Mamá decía que ya estaría yo muy vieja [por Dios!] y yo decía que no, que estaba bien. Claro que eso lo decía de niña, cuando no sabía las tonteras que una mujer puede hacer por un hombre. Y es que, años después, ha habido ocasiones en que pensé adelantar el posible matrimonio, pero afortunadamente aquí estoy, solterita y super feliz. Jooo. Y ahora que están tan cercanos los veintisiete me digo que estaba muy tonta al quererme casar tan joven, y mamá sigue diciendo que ya va siendo hora de que busque un buen hombre y me case [algunas cosas nunca cambian]. Pero no. Aunque eso no quita que cumplir veintisiete siga siendo emocionante. Por eso el próximo año habrá megafiesta. Y conste que les estoy avisando un año antes, porque así como habrá megafiesta quiero que haya megaregalos. ¿Este año? Mmm, pues tal vez haya minifiesta este año. Es que ya hay muchos apuntados..