sábado, 10 de septiembre de 2005

Mmm, ya lo decía el maestro Benedetti: estar enamorado puede significar muchas cosas... sobre todo en la jerga masculina. Que conste que yo no presioné ni siquiera insinué nada: estaba muy a gusto en el estado levitatorio en que me encontraba. Fue él quien vino a decir que le estaban dando ganas de cambiar el tono de esta relación, y yo me limité a sonreir y decir, venga, intentémoslo. A medio mundo le ha dado por felicitarme y decir que ojalá el asuntillo resulte bien, jajaja... si supieran!
Ahora resulta que no hubo tal conversación o éso es lo que le entendido en las conversaciones teléfonicas y el mensajeo por celular. Porque ajá! no lo he visto en casi semana y media. Quizá sólo sea que el nuevo patancito que yo creía que no lo era tanto, finalmente sacó las uñas.
Bah', él se lo pierde y yo me lo evito. Demasiado trabajo en la escuela y la oficina como para tener que lidiar con vatitos que de un día para otro cambian de opinión.

Update: que siempre sí recuerda la conversación pero que ha estado muy ocupado en el jale --eso es cierto--, y que nuestro "nuevo estado" --¿cuál?-- lo tiene sacado de onda porque "ya estaba muy oxidado en esas cuestiones"... nahhhh, y dicen que las mujeres somos complicadas, los hombres también lo son y a veces más. Pero al menos ya lo vi y comprobé lo que dije al principio: nuestras diferencias se complementan muy bien!

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