Hoy es uno de esos escasos días en que me siento especialmente bonita. Ha de ser la lluvia o la nueva crema para alisar el pelo, porque pocas veces me siento así.
Mamá siempre me anda chuleando pero nah, la opinión de la propia madre no cuenta. Ellas ven a todos los hijos de sus entrañas con ojos de amor. El caso es que podríamos decir mi mami es medio mala onda. Si no le gusta algo, me lo dice: ¿y dices que ya te peinaste?, a ver si cambias de peinado porque ese ya lo traes muy visto, no te maquilles tanto los ojos, resalta más la boca, no te pongas tantas pulseras pareces gitana de la suerte, ¿y dices que así te vas a la escuela?, cuando yo te vestía todos decían que eras una princesa y ahora mírate, sume la panza, camina derecha, no arrastres los pies...
Claro que prefiero sus consejos a los de algunas otras madres que he escuchado por ahí: no hables tanto porque espantas a los hombres, calladita te ves más bonita, tu sonríe y di que sí a todo, ¿y cúanto dices que gana tu novio?, ¿y quién dices que sería tu suegro?...