Creo que al fin puedo poner mis ideas en orden. Luis tiene razón al decir que mi vida no es una quinta parte de lo que era antes. Porque Mich es mucho más que una relación de pareja o que cualquier otra cosa sola. Soy todas esas cosas juntas, así nomás. Obviamente lo que pasó con Rich me dolió en el alma y nubló toda mi visión. Sin embargo, soy sumamente consciente de lo que está escrito en el epitafio. Así me sentía en ese momento y a veces me siento igual.
Aunque por unos días creí que todo había sido una tregua y me resistía a creer que eso pudiera ser la felicidad, me di por vencida y lo creí. Realmente era la felicidad. La felicidad de ser lo que pudo ser. Ya lo dije antes, me atravesó la vida con su vida y no habrá quien me lo quite de los ojos y el alma, porque nadie puede matar la parte de sí que ha hecho vivir en los otros.
Por eso es que éstas palabras son mi forma más generosa de pensar en él. Hace un par de meses tuve la horrible sensación de que pasaba el tiempo y no hacía nada y nada acontecía y nada me conmovía hasta la raíz. Hoy es diferente. Porque ese "mucho más" que yo tenía de él ha pasado a ser parte de mi inventario personal. De alguna manera, quizá por su influencia, quizá porque crecí, ahora soy más sincera, mucho más entregada en todo lo que hago, valoro más mi soledad, amo con mucha más pasión a Dios, me preocupo menos de lo que la gente piensa de mí y pienso menos en ella al vivir mi vida, vivo cada día como si fuera el último de mi vida... vaya, hasta han cambiado algunos de mis gustos musicales!
El saldo que ahora soy, creo, es positivo. Definitivamente soy una mejor persona y entonces el propósito de la relación se cumplió. Estábamos juntos porque éramos mejores los dos que uno solo. Hoy cada quien sigue su vuelo al sol...
Para esta nueva etapa me he dado cuenta que ya no quiero ser más un Martín Santomé en femenino (La Tregua, Benedetti), sino una Mujer de Ojos Grandes como las de Ángeles Mastretta. Al fin no creo batallar mucho, en mi cara hay más ojos que otra cosa, ja! Una mujer de ojos grandes, una Emilia Sauri (Mal de Amores, Mastretta) o una Norma (La vida que se va, Leñero). Una mujer de carácter fuerte e indomable, densa de pensamiento pero ligera para soñar, que ame con intensidad pero sea capaz de sobrevivir sola. O como lo dijo mi papá clavo, una chica fuerte, optimista, entregada, capaz de amar, también independiente, idealista y trabajadora. Mmmmm, sí, quiero ser como ellas, pero esencialmente quiero ser YO. Ésa es la mejor lección que le pude aprender.
jueves, 3 de octubre de 2002
Publicadas por MiCh @ 5:14 p.m.