Wooo.. fue hace dos días, pero yo aún siento la emoción a flor de piel. Ahh, y también me duelen horriblemente las pantorrillas por tantos "relevés" para ver mejor a RW [creo que hice más ejercicio para piernas del que nunca he hecho en la vida, jojojo!]. Pero el dolor de piernas, los desvelos, la mojada, el jet-lag del viaje relámpago, el que hoy tuviera que levantarme tempraniiisimo pa'ir a un curso, todo, tooodo valió la pena.
Alguna vez leí que el mejor concierto de la actualidad era el que ofrecía U2. Traen un juego de luces y un escenario impresionantes, son muy buenos músicos y además el carisma de Bono es innegable. Pero después de ver tanto a U2 como a RW puedo decir que el espectáculo que ofrece Robbie es mucho mejor.
Pero comencemos por el principio. La Pify y yo llegamos al Foro Sol a las 14.00 hrs del sábado. Buscamos la fila más corta de nuestra sección y nos dispusimos a pasar una tarde entera de espera. Después de comer unas tortas que nos hizo mamá decidimos ir a explorar los alrededores, pero como no podíamos darnos el lujo de perder el lugar en la fila decidimos ir en turnos. Yo fui la primera en hacerlo, pero apenas saliendo del área donde hacíamos fila oí varios gritos: justo en ese momento estaban abriendo las primeras puertas [eran las 15.00]. No sé cómo le hice, pero en diez segundos flat salté como a cien personas y estuve otra vez junto a la Pifyta. Pasamos la primera revisión [donde logramos contrabandear la comida] y ¡a correr se ha dicho! Como todavía debíamos hacer una segunda fila, todos corrimos por la pista para tratar de quedar en un lugar mucho más cercano al escenario. Al final del concierto la Pify y yo nos sorprendimos de haber recorrido toooda esa distancia en menos de un minuto siendo que a buen paso te echas como cinco. Era la adrenalina, la emoción, los nervios.
Pues bien, pasamos la segunda revisión, volvimos a correr y ahora sí quedamos en el lugar desde el que veríamos a Robbie, mas o menos a unos cinco metros de la pasarela que está unida al escenario principal. Eran las 15.30 hrs, y aún deberíamos esperar seis largas horas para verlo. Nos sentamos, nos paramos, nos volvimos a sentar, hasta alcanzó para que yo me echara un sueñito. A las 20.00 hrs subió Chetes y nadie, pero absolutamente nadie lo peló. Hizo un buen trabajo, pero todos queríamos ver a Robbie. Yo sabía que como todo buen inglés es puntualísimo, pero me asusté al ver que a eso de las 21.00 hrs seguían acomodando el escenario.
Como en el concierto de la Shaki yo me sabía todo el set list, y creo que pasé por loca e histérica porque me sabía todas las letras, todas. Prácticamente quedé afónica desde que terminó "Radio", la canción con la inició el concierto. Con "Rock DJ" mi descontrol fue casi completo; hice los pasitos de "Tripping"; salté "with all the Sharons and Michelles" que menciona en "Monsoon"; me divertí mucho con "Sin sin sin" y "Make me pure"; en ese momento Robbie se cambió el saco, se puso un frac e invitó a Jonathan Wilkes a subir al escenario y acompañarlo en "Me and my shadow", luego todos juntos hicimos karaoke con "Strong"; la rola que de plano sólo unos cuantos nos sabíamos fue "Back for good"; el ánimo general volvió con "Advertising Space" y los pasos a la Elvis Presley; para cuando llegó "Come Undone" la garganta me raspaba y finalmente lloré con "Feel" [y nunca entró la llamada pa'la ratilla, que quería oír el coro!]. Robbie se despidió y todo mundo entró en shock: "¿y Angels? ¿no va a cantar Angels?".. Las ventajas de saberse el set list, porque yo sabía que regresaría para cantar otras cuatro canciones. Un minuto después Robbie volvió con jeans y sudadera y cantó la rola que mejor define lo que hizo esa noche, "Let me entertain you". Luego siguió "Rudebox" y la mejor iluminación de la noche, súper ochentosa. Y como si no fuera suficiente, dijo que hacía un año había hecho una promesa y la iba a cumplir: invitó a Omar Chaparro a que lo acompañara en la guitarra con "Better Man". Y después, la locura: cantó "Angels" acompañado por un coro de 60mil personas! Como a mí ya no me salía la voz y de alguna manera tenía que sacar las emociones, comencé a llorar. Para rematar la noche y a manera de regalo para su público que no lo dejaba ir, cantó "She's the One". Y yo no podía dejar de llorar..
Cuando las luces se había apagado la Pify me dijo: "tranquila Pach, tranquila.. ¿estás bien?". Jooo, estaba más que bien, estaba como en éxtasis. Fue una noche inolvidable y la verdad es que este post no puede expresar todo lo que sentí.
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