Hace un par de meses me vienen diciendo en la Fundación que requieren un mayor compromiso de mi parte. Me refiero a más compromiso con sus ideales. Pero esas cosas son subjetivas y son difíciles de medir.
Es claro que a veces pierdo tiempo navegando en internet, incluso chateando, pero palabra que nunca (y cuando digo nunca es NUNCA) he quedado mal en una entrega. Soy demasiado eficiente, en sus propias palabras. A veces me quedo hasta tarde, sólo he faltado dos veces por la maldita migraña, el único permiso que he pedido fue en semana santa (y fue un canje, trabajé horas extras la semana anterior para poder ir a Valle) y no hago panchos cuando me pagan a destiempo. Es cierto que los cursos se dan por las tardes, pero asistir a ellos nunca estuvo dentro de mis obligaciones. Tampoco venir los sábados con los niños Down, salvo cuando faltaran niñeras, lo que he hecho un par de veces. ¿Entonces qué más quieren?
Si como dijeron en la reunión con la mesa directiva, estar comprometido con la Fundación es tener el corazón puesto en ella, entonces claro, no tengo compromiso...
Pero en ese caso, ni ellos lo tienen.
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