miércoles, 10 de marzo de 2004

Nunca en mi vida he estado a dieta (bueh', creo que un verano lo hice por solidaridad a mi madre, pero pasé un hambre atroz y bajé tan poco que lo consideré demasiado esfuerzo y sacrificio para nada) pero ahora estoy en régimen forzoso (¿o forzado?).

La onda es que, como llevaba varias semanas en un estado semi-perpetuo de aura, me decidí a hablarle a un amigo médico (porque han de saber que estos días de no-school también son días de no-medical service) y blablabla, me dijo: ¿por qué no haces un régimen de desintoxicación? ¿Un régimen de quéeeee? Ta'bueno, si con eso ya no me parecerá que todo huele a naranja y podré quitarme los lentes oscuros DENTRO de lugares cerrados, oooook!

Y pues me puso a comer montones de vegetales verdes, cero vegetales amarillos (¿existen?), mucho pollo y pescado, casi nada de res... una delicia (siiii, cóooomo noooo...) Eso fue el domingo, y será que el lavado de cerebro es muy bueno pero desde ayer estoy durmiendo como bebé, la luz ya no me lastima, el dolorcito agudo que traía en la sien derecha desapareció... esto es la neta del planeta! Y si de pura añadidura bajo algunos kilitos pues super bien, algo bueno que me deje la migraña, jajajajaaaaa!

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