jueves, 24 de julio de 2003

Estuve pensando que tengo una cierta virtud que podríamos llamar "reparadora de personas". Todos los hombres que han pasado por mi vida (novios, pretendientes, amigos) son mejores personas desde que me conocen. OK, estoy generalizando demasiado, pero es casi 100% cierto. Lo único malo del asunto es que conozco a los tipitos siendo medianamente buenas personas, al estar conmigo sacan su lado patán, me dejan o los dejo y tiempo después los encuentro convertidos en hombres hermosos, educados y super cariñosos. O sea, nadie sabe para quién trabaja. Ojalá alguna otra tipita se topara con un patán, lo regenerara y me lo mandara envueltito para regalo. Ajá, sueños guajiros.
Hoy saludé a un tipito que anduvo detrás de mí más de dos años. Era un buen niño, de hecho me gustaba, pero en ese tiempo yo tenía novio y se lo dije claramente. Gracias a Dios se graduó de prepa y se fue a estudiar la universidad. Un año después me fui yo a Monterrey. Creo recordar que al año y medio me topé con una amiga que me contó las últimas noticias de todos los chicos de mi clase...y me contó también que otra amiga había encontrado a G (así le llamaremos) metido en ondas gruexas, tipo drogas, pornografía, algunos delitos. Lo peor, me dijo, es que te echa la culpa a ti, que fue por tu desamor que se convirtió en una piltrafa humana. Obviamente la noticia me cayó como bomba! Unos días después me lo topé, convertido en un ser despreciable y ruin. Pudimos platicar unos minutos y yo le solté así como al descuido algunos consejos. Tres años después lo volví a encontrar, empezando una segunda carrera, con un buen empleo, totalmente regenerado y con planes de matrimonio. Sí, el mundo es demasiado pequeño y ya tiene dos años con aquella otra amiga mía, la que lo vio drogándose y en ondas extrañas. La vdd es que sentí raro, fue una situación extraña. Ambos no dejaron de agradecerme la ayudada brindada (¿cuál?) y al parecer quieren que sea madrina de su boda...Lo bueno es que tengo mas de un año para asimilar la noticia.
Como este niño puedo mencionar a otros tantos, todos ahora buenas personas y lo más chistoso es que ya no tienen aquellos defectos que yo tanto les señalé y que ellos tanto decían: "así soy y así me debes de querer y si no te gusta..." Creo que no pido demasiado, sólo quiero un hombre que me ame sobre todas las cosas, que me respete, que me considere al mismo tiempo su igual y su complemento, que quiera trabajar hombro a hombro conmigo y que siempre siempre me deje soñar. Tengo 22 años, sé que en el mejor de los casos me queda toda una vida por delante...pero he visto tantas cosas y he tenido tantas decepciones que no tengo ganas de buscar a ese príncipe de mis sueños. Quizá sea cierto que debo dejar de buscar para permitir que me encuentren.

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