Durante el día se me ocurren tantas cosas y siempre digo: "al rato las voy a escribir en el bloj". Pero cuando llega ese mas al rato las ideas se me escabullen de la cabeza o no logran bajar a los dedos... Eso es lo malo de que en casa no entiendan que conectarse a Internet es ya una necesidad básica, tipo comer o dormir. Jajaja. Bueno, no es para tanto.
Estos días he pensado mucho en el matrimonio y en la muerte. Vaya asociación de ideas. A veces creo que aquellas palabras de mi papá son proféticas (Ay hijita! Ningún hombre te va a aguantar tanto tiempo y de tan buen agrado como yooo...aunque yo soy tu padre y no creo que eso tenga mucho mérito). Mamá se pregunta casi todos los días qué hizo mal cuando me educó. Es que si vemos en la tele situaciones lindas o románticas, o si me platica cosiilas de la gente, enseguida yo salgo con argumentos tipo: "¿Y ese tonto cree que con decirle que es linda se arregla el asunto?" o "Yo no andaría con un tipo que me hizo caso solo porque cambié de look", "Cuando me case si es que me caso no quiero que me lean la Epístola de Melchor Ocampo, es taaan machista y obsoleta y...", "¿Y entonces me vas a salir con que la culpa de que X se haya largado con otra vieja es EXCLUSIVAMENTE de su mujer?". Tengo que anotar cada frase que se me ocurre, a veces son de lo más extrañas. El asunto es que mami siempre me contesta que el mundo color de rosa sólo está en mi imaginación, que no existe el hombre perfecto que estoy esperando y entonces mas vale que me haga a la idea y me conforme o me quede soltera para siempre, pero que ya basta de quejas y que ya deje de molestar a la gente que sí es feliz con lo que tiene. Yo digo que no son felices, mas bien se conformaron y se quedaron con lo primero mas o menos aceptable que cruzó su camino... Pero bueno, ¿qué es la felicidad? ¿Quién soy yo para criticar a los demás? Ay, a veces no sé por qué me da por divagar tan grueso y ahogarme en mis vasos de agua. Igual y toda la gente tiene razón y yo soy la loca que se la pasa soñando con un amor que de puro sentirlo te seque las venas. Wow, que cosas se me ocurren.
De la muerte he pensado en las curiosas tradiciones mexicanas a la hora de sepultar un muerto. No sé si pase en otros pa’ses pero creo que es super peculiar la tradición de velar el cuerpo y ofrecer café a la gente. También es extraño que depués del sepelio, los deudos ofrezcan un sencillo banquete a todos aquellos que los acompañaron al cementerio. Parece mas una fiesta que otra cosa. Es lindo que seamos tan solidarios, pero no deja de asombrarme como la gente puede dejar cualquier otro asunto con tal de estar con la familia del muerto, aunque los lazos que los unan sean casi inexistentes. Bueno, igual y es el temperamento de los latinos, ya ven como se aglomeró la gente en los servicios fœnebres de Celia Cruz. En cambio, a Barry White lo pelaron sólo en su casa, pocos se enteraron que había muerto este grande del soul y del blues.
Mejor me dejo de reflexiones de sobremesa y me pongo a pensar en cosas verdaderamente importantes. Yo, por ejemplo.
miércoles, 23 de julio de 2003
Publicadas por MiCh @ 1:02 a.m.
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