Esta semana (de miércoles a miércoles) ha sido productiva en cuanto a películas se refiere. He visto nada más y nada menos que tres. Santo! No me remuerde la conciencia ni tantito, jejeje. Sé que hay mucho que hacer, pero también hay mucho que ver.
Empezemos por la primera: "El crimen del Padre Amaro" (uyyyy!) Supongo que ya la vieron y si no, pues ¿qué esperan? Es una buena peli para reflexionar... Aparte se ahorró un chorro de lana en publicidad, toda la recibió gratis de los grupos de extrema derecha que pretendían impedir su exhibición. ¿Por qué evitar que la gente piense, que la gente reflexione, que cuestionemos nuestra fe? La película exhibe miserias humanas mucho más graves que el simple hecho de decir que una mujer es más linda que la virgen (ok, no soy católica y quizá por eso no me sentí ofendida por la escena... Pero seamos realistas, hay cada imagen tan tenebrosa, con una cara de dolor que no puede con ella y la vdd, la actriz estelar no es nada fea... golpeénme si quieren!) Les decía, es mucho más grave el comportamiento de Amaro (que en este caso es un cura, pero bien podríamos ser tú y yo), refleja el estado tan caído de la humanidad, que prefiere atentar contra sus principios que perder su cómoda posición. Ése es el verdadero crimen. Hacer y deshacer y no hacerse cargo de las consecuencias... Y todos lo hemos hecho, al menos una vez en la vida. Por otro lado, la vida de Amaro refleja la inutilidad de la religión para cambiar el corazón del hombre. Éso solo lo hace Dios. Y no importa que uno sea el cura, el pastor, el rabino, o el maestro iluminado. Si uno no tiene un encuentro personal con el creador del mundo, poco pueden hacer las tradiciones y costumbres de una religión.
La segunda película que vi es "Camino a la Perdición". Excelentes actuaciones, estupenda dirección y excelsa fotografia. Supongo que ganará al menos una estatuilla en los Óscares, aunque la vdd, ya perdí la confianza en esos devaluados premios. Pero esa, diría el comercial, es otra historia. Ok, la trama muestra la extraña relación que se da entre los hijos y los padres, en este caso, un padre y su hijo mayor. Me sorprendió ver cómo una relación de miedo, de temor, poco a poco se convierte en una relación cordial, de amigos. ¿Y quién de nosotros no pasó por eso? Cuando éramos chicos, la mayoría tenía miedo a los regaños y castigos de papá, pero conforme fuimos creciendo, nos dimos cuenta que el ogro no era lo que parecía. Tenía un gran corazón, sólo que a veces temía expresar sus sentimientos debido a esos estúpidos clichés de la sociedad (NOTA: por eso adoro a los hombres que son expresivos, apasionados, perceptivos).
Bueno, eso pasó con mi padre. Cuando era muy pequeña lo adoraba con pasión, después le tuve un miedo pavoroso, de adolescente lo odié profundamente, ahora lo amo con fervor. Papá es, con todos sus defectos y virtudes, una de las personas que mejor saben escucharme. Love ya Dad!
La tercera película es de lo más kitsch que he visto en la vida. "Pacto de Lobos", una producción francesa bastante extraña, pero con una fotografía de poquísima (como casi todo el cine francés). Realmente de la trama no se puede sacar nada bueno, de las actuaciones muy poco, y uhhh! mucho menos del doblaje, hubiera sido mejor tener subtítulos... lo único rescatable (para mí) es que sale Mark Dacascos, que hace de Eric Draven en la serie "The Crow: Stairway to Heaven", que a veces pasan por Canal 5, los fines de semana a medianoche. La serie es de lo más dark, pero tiene momentos y frases memorables. Me gusta la cara de Mark, tiene todo el tipo de indígena norteamericano... jejeje, pues sí, es de Hawaii... Empecé con la película y terminé hablando de rostros, en fin...
Bueno, la vdd es que ya tengo ganas de ver la más ¡groovy-yeah-baby-yeah movie! de todas las películas del mundo... Rightttttttttttttt!
jueves, 29 de agosto de 2002
Publicadas por MiCh @ 1:48 p.m.