viernes, 22 de diciembre de 2006

¡Qué bonita es la Navidad! ¡Qué bonito es que te feliciten y te den regalitos! Claro, siempre y cuando no sean roperazos.. puuuras fallas con eso de los regalos reciclados y totalmente non-sense! Es cierto que en estas fechas los malls están hasta las orejas, pero por una o dos horas que dediques a escoger cuidadosamente el regalo que te toca dar en el intercambio no te vas a quedar pobre ni dejarás de arreglar al mundo. Jooo. Bueh', mi regalo no estuvo tan de al tiro, pero pff, es como cuando le regalan una licuadora a la mamá.. patético. Como sea, yo ya me voy. Yep, esta gripa del mal nomás no quiere ceder, pero seguro me recupero con los mimos de mi santa madrecita. Y es que me esperan cuatro días de comida, saluditos familiares, más comida, quizá algunos paseos, un poco más de comida, repartición de regalos, otra vez más comida, paseos perrunos y pa'rematar un poco más de comida. ¡Si por eso digo que la Navidad es muy bonita!

En fin, pues disfruten las fiestas, disfruten a su gente, disfruten la comida. Total, en una semana nos ponemos todos a dieta.. es fácil con la cuesta de enero y las tarjetas sobregiradas, jojojo! Pero en medio de todo el alboroto no olviden el verdadero significado de estas fiestas: el pueblo que estaba en tinieblas vio una gran luz. Una LUZ que nació hace más de dos mil años y que puede nacer hoy en ti también.

¡Gracias DIOS por esa LUZ!

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