viernes, 15 de septiembre de 2006

Cuando tengo migraña me deprimo cañón. Ayer estaba tirada en la cama llorando de dolor y el cachorro a un lado, lamiendo mi mejilla. No lo habría permitido en otras circunstancias, pero estaba tan mal que necesitaba "un gesto de cariño". Luego comprobé eso que dicen de las mascotas, que ayudan a evitar el estrés e incluso a sanar enfermedades. Un par de horas después el dolor comenzó a ceder; mejoré tanto que incluso pude jugar pelota con Lukas. El cachorro también estaba enfermo: volvió a coger un resfriado. Se escapó al patio trasero, chapoteó en los múltiples charcos que han dejado las lluvias y quedó hecho una sopa perruna. Así que ayer estábamos los dos tirados, doliéndonos de nuestros múltiples malestares, pero el cachorro sacaba fuerzas para animarme, para darme besitos, para hacer que me sintiera mejor. Por eso son buenos los perros. Son tan lindos, tan fieles, tan tiernos.. Hoy Lukas ya no tiene gripa; a mí aún me queda un poco de aura, pero lo suficientemente soportable como para venir al trabajo. Espero mejorar durante el día porque tengo planeado un fin de semana con todo y becerro gordo. Tengo que verlo con mis propios ojos..

No hay comentarios.: