domingo, 24 de julio de 2005

Ya, suficiente hilaridad por el momento... Dedico este maravilloso poema a mis adorados amiguitos, especialmente a aquellos con centro líquido y azul, a los que cada día buscamos la forma de seguir siendo únicos en un mundo donde todo se parece entre sí, y donde todo eso se parece cada vez más a la nada. Los absolutos siguen existiendo, es sólo cuestión que nos decidamos a vivirlos. Va especialmente para ti Pook, ojalá encuentres respuestas a tus preguntas.

Hombre preso que mira a su hijo


Cuando era como vos me enseñaron los viejos
y también las maestras bondadosas y miopes
que libertad o muerte era una redundancia
a quién se le ocurría en un país
donde los presidentes andaban sin capangas
que la patria o la tumba era otro pleonasmo
ya que la patria funcionaba bien
en las canchas y en los pastoreos

realmente botija, no sabían un corno

pobrecitos, creían que libertad
era tan sólo una palabra aguda
que muerte era tan sólo grave o llana
y cárceles por suerte una palabra esdrújula

olvidaban poner el acento en el hombre

y la culpa no era exactamente de ellos
sino de otros más duros y siniestros
y éstos sí cómo nos ensartaron
en su limpia república verbal
cómo idealizaron
la vidurria de vacas y estancieros
y cómo nos vendieron un ejército
que tomaba su mate en los cuarteles

uno no siempre hace lo que quiere
uno no siempre puede

por eso estoy aquí
mirándote y echándote de menos
por eso es que no puedo despeinarte el jopo
ni ayudarte con la tabla del nueve
ni acribillarte a pelotazos

vos ya sabés que tuve que elegir otros juegos
y que los jugué en serio
y jugué por ejemplo a los ladrones
y los ladrones eran policías
y jugué por ejempo al escondite
y si te descubrían te mataban
y jugué a la mancha
y la mancha siempre fue de sangre

(c) 'Nunca Mais' Manuel Sendón

botija, aunque tengas pocos años
creo que hay que decirte la verdad
para que no la olvides

por eso no te oculto que me dieron picana
que casi me revientan los riñones
todas estas llagas hinchazones y heridas
que tus ojos redondos miran hipnotizados
son durísimos golpes
son botas en la cara
demasiado dolor para que te lo oculte
demasiado suplicio para que se me borre

pero también es bueno que conozcas
que tu viejo calló
o puteó como un loco
que es una linda forma de callar

que tu viejo olvidó todos los números
(por eso no podría ayudarte en las tablas)
y por lo tanto todos los teléfonos
y las calles y el color de los ojos
y los cabellos y las cicatrices
y en qué esquina
en qué bar
en qué parada
en qué casa

y acordarse de vos
de tu carita
lo ayudaba a callar

una cosa es morirse de dolor
y otra cosa morirse de vergüenza

por eso ahora
me podés preguntar
y sobre todo
puedo yo responder
uno no siempre hace lo que quiere
pero tiene el derecho de no hacer lo que no quiere


llorá nomás, botija
son macanas que los hombres no lloran
aquí lloramos todos
gritamos berreamos moqueamos chillamos maldecimos
porque es mejor llorar que traicionar
porque es mejor llorar que traicionarse


llorá...
pero no olvides.


Mario Benedetti

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