Uyyy, esto ya tiene bastante polvillo... no es que no suceda nada --siempre suceden cosas--, es que la neta la neta, he tenido bastante flojerita de escribir. Pasa que últimamente me la vivo quejándome de todo, de mi mala suerte, de mi perra vida jejeje... pero ya estuvo bueno, debo dejar de pensar en mí y concentrarme en los demás. Cuando uno hace cosas por y para otros se olvida de sus propias desgracias; además, para eso están los amigos, para sobrellevar las cargas y como yo no puedo con las mías, se las paso a uds mis queridísimos, muajajaja. Digo, no es poca cosa tener que limpiar este departamento en franco estado pocilguesco que hasta hay animales muertos y dinero regado por el piso... cuando se llega a esos niveles se tiene severos problemas, la vdd. Las roomies no están, las roomies se fueron, las roomies se marcharon de mi vida. Bueno, sólo del depa, así que tendré tres semanitas pa'dejarlo rechinando de limpio, si es que lo permiten las múltiples bolitas de amigos que, con el pretexto de acompañar mi soledad, están organizando fiestecillas y tocadas en vivo y tardes de películas y no sé cuánto más. Lo bueno es que me avisan los ingratos. Aww, me acabo de dar cuenta que además de animales muertos también hay un monstruo que vive en el refrigerador, ahí junto a la mayonesa y detrás de la ensalada de lechuga. Ay mis roomies mis roomies, cómo las voy a extrañar! Al que ya extraño porque también se fue es a mi nuevo bebé, que ahora no es cafecito sino blanquito, muy muy blanquito. Bueno, todavía no es propiamente MI bebé, pero es sólo cuestión de ponerle nombre a las cosas. Estas semanas con él fuera de la ciudad las pienso aprovechar muy bien para descubrir si esta nueva oportunidad es real y auténtica, o si es otro más de mis patéticos intentos de olvidar mis tiempos caníbales. Siii, aquí todo tiene connotaciones canibalescas como pueden ver...
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