miércoles, 18 de agosto de 2004

Hoy cumple años el Enano, y por la mañana recordaba que a pesar de todo y aún a pesar de nosotros mismos, llevamos una muy buena relación. Él, que siempre vivió a la sombra de una hermana mayor "exitosa y ejemplar", supo encontrar su propio espacio, su propio nicho para sobresalir. Claro que no fue un proceso fácil, fueron años y años donde yo me sentía culpable y él se sentía incompentente, pasando por un profundo resentimiento mutuo que casi llegaba al desprecio, para finalmente aterrizar a una etapa de respeto, de admiración, de conformación. Ahora él es quien más me anima, quien más cree en mí, quien más podría dejarlo todo por mí. Y yo soy la que más defiende su proyecto de vida, la que más desea que el cielo recompense todo su esfuerzo.

Definitivamente amo a mi hermanito, y ahora lo puedo decir con todas sus letras y todas sus implicaciones, con la seguridad que da el saberse correspondida: AMO a mi Enanejo patas de conejo. Y lo amo por lo que él ES:
mi adorado hermanito musicalmente insurrecto pero políticamente correcto, el que jugaba conmigo un día a las luchas y al futbol y otro día a las muñecas y a la comidita, el que pasó casi una semana con un brazo fracturado sin que los médicos se dieran cuenta, el que se desquitó con su adorable hermanita mayor (o sea yo) pegándole con el brazo enyesado en la cabeza, el que era redondo como una pelota y se desinfló en el kínder, el que tuvo cinco intervenciones quirúrgicas antes de los cinco años, el que rebasó a todos los de su clase de natación a pesar de entrenar mucho menos que ellos, el que quebró un inodoro con la cabeza, el que amaba a un oso azul de peluche, el que imitaba todas las jugadas de los Supercampeones, el que se vestía de traje y corbata para ir a la iglesia, el que se aprendía poesías completas para recitarlas conmigo, el que odiaba a los doctores y temía a los payasos, el que dejó las fuerzas básicas del Cruz Azul para dedicarse a la escuela, el que se le puso al tú por tú a los maestros que lo comparaban conmigo, el que quería una hermanita menor para ser "el consentido", el que temía quedarse enano cuando a los 18 aún no había dado el estirón, el que aprendió a tocar la guitarra en dos meses, el que le pone nombres altamente glucosos a sus mascotas, el que ayuda a la Pify con sus tareas a pesar de tener las propias, el que atesora los peluches que le regala mi cuñada, el que salta de alegría cuando llega los viernes de la escuela y se da cuenta que mamá le hizo sus platillos favoritos, el que ríe como tonto con Tom y Jerry, el que me llama Pachu o Pachuela, el que pasa horas viendo TvGuide en muting, el que defiende a sus amigos a capa y espada, el que muere por una guitarra eléctrica con molduras de oro, el que le dice Pofet a la Pify, el que puede mantener conversaciones profundas con papá sin alterarse ni levantar la voz, el que llega chiflando para que lo oigan los perros, el que nos acepta a la Pify y a mí en su cama cuando tenemos ganas de "una noche de hermanitos", el que es lampiño aunque a mí me pese (malditooo!), el que tiene un grupo de rock que se llama SS04, en definitiva el niño que más me hace reír.


Te amo Nickyto. Que tengas un cumple estupendo.

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