Hoy amanecí con una fuerte opresión en el pecho... La vdd es que me entró la extrañadera porque me di cuenta que ayer me porté bastante mal con mamá y la Pify en nuestra conversación por teléfono. No sé, creo que nunca me había pasado que me diera igual recibir o no su llamada. ¡Dios santo! ¿Desde cuando empezé a despegarme tanto de mi familia? Siempre he dicho que los amo con todo el corazón, y es cierto, eso nunca va a cambiar. Pero a veces siento que estos cuatro años lejos de ellos han causado algunos estragos... Por nombrar alguno, que a veces me aburren sus conversaciones. Ya sé lo que me va a contar mamá: que el dinero no alcanza, que mi hermano le saca canas verdes, que la Pify se pasa de floja, su última pelea con papá, sus muchos corajes con la familia y los problemas que hay en la iglesia... La Pify no pasará de preguntarme cómo me ha ido en la escuela, me relatará alguna aventura del Peluso y me dirá que me porte bien -what?-. Si acaso está papá me dirá lo bien o lo mal que me oigo -reconoce mi estado de ánimo sólo por la voz-, si llegaron las calificaciones habrá elogios y/o reproches y sobre todo, evitará preguntarme si me hace falta dinero. Y cuando al mugre de mi hermano se le antoja andar por ahí a la hora de llamar -domingos a las 8.30pm- me contará algún chiste tonto, hablará de guitarras y más guitarras, dará lata pidiendo que le compre algún nuevo CD -¡que se ponga a trabajar, todo quiere!- y se despedirá rápidamente cuando le pregunte por su novia-que-no-es-su-novia,-sólo-es-su-amiga... ¿Yo? Mmm, los aburriré con mi casi detallada crónica de la semana, pues evitaré hacer referencia a situaciones que pudieran preocuparlos, o más bien, que les provoque la obligación de preocuparse... A preguntas de ¿cómo has estado? contestaré que bien, gracias a Dios, no faltaba más... ¿cómo va la escuela? Bien, cuando lleguen las calificaciones hablamos... ¿qué has hecho? Lo de siempre, ya sabes, escuela, trabajo, Compa, iglesia...
Hell no! Esta no es mi idea de familia, definitivamente no es lo que quierooooo... Deseo con todas mis fuerzas regresar a esos tiempos cuando esperaba ansiosa la llamada, cuando interrumpía cualquier cosa para estar en casa y contestar al primer ring del teléfono, cuando dejaba juntas de equipo o fiestas de amigos para estar disponible a la hora pactada, cuando corría al darme cuenta que no llegaría a tiempo...
No sé cuando cambiaron las cosas... sólo sé que lo único que siento es indiferencia... Que feo sentirse así respecto a los propios padres y hermanos... Que feo, que vergonzoso y que denigrante...
lunes, 23 de septiembre de 2002
Publicadas por MiCh @ 6:58 p.m.