lunes, 9 de septiembre de 2002

¡Diablos! A las 6.30 de la tarde me sentí de pronto insoportablemente vacía... Nunca en mi vida me había sentido tan sola como ahora que él se fue. Aunque la vdd es que ni siquiera sé si se fue... Eso es lo más patético del asunto!
¡Maldita sea! ¿Por qué diablos las relaciones no son más fáciles de manejar? ¿Por qué soy una chica que va por la vida con los sentimientos desnudos, tropezando a cada rato con mi orgullo y cayendo para volver a ponerme de pie? ¿Por qué me sucedió justo lo que temía desde hace más de un año, entregar de nuevo todo el corazón, completito, sin reservas? ¿Por qué no aprendo, por qué? ¿Por qué diablos no soy menos sentimental, menos susceptible, menos confiada, menos...? ¿Por qué no soy más cautelosa, más reservada, más calculadora, más cuidadosa de mi corazón? ¿Por qué, por qué, por qué...?
Ya me cansé de aparentar que no me importa que él se haya tomado un tiempo, porque la verdad es que sí me importa, y mucho. Él reclama que no estuve a su lado cuando más me necesitó, pero hoy yo le reclamo que no esté a mi lado en este momento y que sin más explicaciones que un "necesito reencontrar lo perdido, pero YO solo" me haya dado una patada y echado de su vida. Porque así es como me siento, aislada, completamente ajena a él. Lo necesito carajo, lo extraño a morir. Si la montaña no viene a mí, tendré que ir a la montaña. Más vale que me levante y vaya a buscarlo, porque no puedo vivir sin él...