De cumpleaños y cosas peores

Lukas Jasper Rover, también conocido en los bajos mundos como Lukas Peluche o Lukas The Dog, el domingo dejó oficialmente la pubertad pa'convertirse en todo un jovenzuelo perruno de 2 años. Desafortunadamente, su pobre madre -literalmente pobre- no pudo regalarle nada, salvo una rica comidita a base de poochs, un paseíto por el parque a mediodía -cuando ya no hacía tanto frío-, y cariño, mucho cariño. Es que no hay nada como un abrazo de mamá pa'sentir que vale la pena estar vivo.

O un abrazo de los amigos, como me ocurrió el viernes en mi propio cumpleaños. A pesar de que las dos semanas de asfixiante estrés que he tenido en el trabajo, pude sentir el amor y el cuidado de la gente que me quiere. Y no olvidemos los regalos: este año me fue bastante bien! Aprecié todos y cada uno de los regalillos que me dieron, pero dos de ellos me fascinaron: un fabuloso libro de Frida en cuya portada está el cuadro de ella que más me gusta, y una varita de Harry Potter con la que estoy practicando encantamientos. El Wingardium Leviosa ya me sale bastante bien, jojojo! Y de no ser porque son maldiciones imperdonables, entre ayer y hoy un par de personas se habrían hecho acreedoras de algunos Cruciatus o incluso Avada Kedavra, faltaba más. Es que este mundo no se hizo para gente de corazón sensible como el mío. Lo que no saben todos esos seres oscuros es que en medio de la sensibilidad hay una gran fortaleza. No van a lograr que me doble -ni ellos, ni nadie-. Suficiente es que me hayan hecho derramar lágrimas y un poco de bilis, pero es todo lo que van a conseguir de mí. Y a otra cosa mariposa.

En fin.. como diría la ratilla: ya es miércoles, ya se acabó la semana, jxjxjx. Y además el viernes toca.. que paguen. Puras fallas conmigo, deveras.