jueves, 3 de junio de 2004

Ayer en Monterrey
La luna más grande del año nos deleitó con su presencia. Yo soy una luna-fan, adoro las lunas llenas y la de ayer fue sencillamente majestuosa. Aunque, en mi top ten de lunas, la de noviembre de 2002 sigue siendo mi favorita. Quizá porque andaba depre, pero pocos días antes de mi cumple venía de Fundidora con L, mi amigo favorito, y otros cuatitos más, y justo en el puente de Constitución observamos a la luna a medio horizonte, justo a la mitad de lo que queda del río, ligeramente naranja y super redonda. Lo tomé como mi regalo de cumpleaños de parte de Dios.

Ayer la luna estaba hermosa, la vi desde una banquita del parque. Me acordé del poema de Sabines y del bebé. Hmmm, ojalá algún día podamos ver lunas juntos...toco madera con patas!

(c) El Norte

La luna, Jaime Sabines
La luna se puede tomar a cucharadas
o como una cápsula cada dos horas.
Es buena como hipnótico y sedante
y también alivia
a los que se han intoxicado de filosofía
Un pedazo de luna en el bolsillo
es mejor amuleto que la pata de conejo:
sirve para encontrar a quien se ama,
para ser rico sin que lo sepa nadie
y para alejar a los médicos y las clínicas.
Se puede dar de postre a los niños
cuando no se han dormido,
y unas gotas de luna en los ojos de los ancianos
ayudan a bien morir.

Pon una hoja tierna de la luna
debajo de tu almohada
y mirarás lo que quieras ver.
Lleva siempre un frasquito del aire de la luna
para cuando te ahogues,
y dale la llave de la luna
a los presos y a los desencantados.
Para los condenados a muerte
y para los condenados a vida
no hay mejor estimulante que la luna
en dosis precisas y controladas.

No hay comentarios.: