jueves, 31 de julio de 2008

So sorry

Hace un par de meses, cuando me invitaron a formar parte del grupo revisor de una de las Normas ambientales más importantes del país, me sentí sumamente honrada y con una gran responsabilidad sobre mis hombros. Además de representar los intereses de la empresa que me tiene contratada, debía representar a todas las empresas del ramo.
La emoción sólo me alcanzó para la primera reunión. El borrador que nos presentaron era francamente apestoso, y con horror descubrí que estaría rodeada únicamente de abogados (sorry Ratilla), los cuales sabrán mucho de leyes pero desconocen totalmente de operación. Apuesto a que ni siquiera entienden lo que es un equipo de calentamiento indirecto. Jooo. Luego vinieron los estira y afloja, las negociaciones entre Cámaras, las exigencias luego súplicas de las empresas que nos veremos afectadas por una chiflazón de la autoridad, que "supone" que PEMEX efectivamente cumple con la calidad ambiental en los combustibles que produce, calidad a la que está obligada por ley, pero que no puede cumplir también por ley.
Vinieron las súplicas de esta paraestatal, empresa que está (y que seguirá) amarrada de pies y de manos por 500 estúpidos que pregonan que "el petróleo es para los mexicanos". Bola de sonsos, al paso que van las perforaciones texanas en el Golfo de México, en cinco años nos habrán chupado todo el petróleo que tanto defienden. Vinieron también las sonrisas malévolas de la policía ambiental, haciendo cuentas de todo el dinero que se embolsará producto de las multas, puesto que la nueva Norma no se podrá cumplir. O quizá sí, si acaso baja el precio de los energéticos (sí, claro, quiero una nieve de limón). O si por ósmosis o alguna amorosa obra de Baby Jesus, el azufre de nuestro petróleo desaparece (I love you Baby Jesus, but I know you're busy in other bussiness).
Hoy ya no estoy orgullosa. De hecho, sirva este post como disculpa a las generaciones postreras por semejante Norma que recibirán en herencia. Si por mí hubiera sido, las cosas habrían sido diferentes. Pero en los esfuerzos oficiales por "cuidar el medioambiente" no caben la conciencia ecológica ni el desarrollo sustentable: sólo caben los compadrazgos, las suposiciones, las tajadas, la politiquería. Por favor sepan disculparme.

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