miércoles, 21 de abril de 2004

Irse de viaje una semana entera a un campamento donde no hay radio ni televisión es...es muchas cosas, desde relajante y descansador, hasta patético y desconectante (ando inventando palabras, nótese). Lo más cercano a la comunicación global en el campa es bajar al pueblo (léase Avándaro y/o Valle de Bravo), ir a un cyber y conectarse a la realidad virtual.

Ésa era mi idea, el día libre ir aunque sea una horita y ponerme al tanto de lo que estaba pasando "allá afuera". Hasta le dije a aLe que le escribiría cómo iba todo en el campa...Pero nah, la EXCELENTE compañía y el darme cuenta que por primera vez en cinco años tenía TODO el día libre completamente libre (es decir, ya no soy tan importante, ya no participo en las asambleas, ya no soy parte del liderazgo fuerte) me hizo desafanarme del internet.

Llegando a MTY las cosas no cambiaron mucho. No tengo tele en mi cuarto. Me quedaba chutarme los periódicos de toda la semana pa'mas o menos saber que onda con el mundo. Neta, no tuve ni tengo ni tendré tiempo. Me han traído en frieguita loca en la oficina, como que se están desquitando de haberme dado permiso de faltar toda la Holy Week con el pretexto del campa. Pero bueno, uno se entera por aquí y por allá que realmente no ha pasado gran cosa, es decir, pasa lo de siempre: gente rata llevándose el dinero de los pobres, miles de muertos aquí y allá, locos suicidas provocando caos en las ciudades, los diputados haciendo de todo menos legislar, anuncios antes de tiempo de votos nación contra nación, los mexicanos perdiendo el tiempo bigbrotheando todo el día... Ashh, esto de leer las noticias neta envenena el alma...

Y luego ayer me encuentro una fotografía en primera plana de un motín en una cárcel brasileña donde los presos arrojaron el cuerpo de un hombre decapitado y mutilado. No hay que ser. La gente con estómago sensible (como yo) sufre. Y mucho.

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