martes, 27 de abril de 2004

Sabrá Dios por qué últimamente me ha dado una hermosa hueva a la hora de escribir. De escribir whatever, no sólo en el bloj sino también los emails, los reportes en el trabajo... y ni siquiera hablemos si el verbo escribir tiene implícita la característica a mano, porque entonces ahí sí ya malió...

Si a eso le añadimos una cantidad impresionante de trabajo en la oficina, un clima regiomontano que está de lo más estable (o sea, que siempre está de la fregada), que esta quincena el dinero en mi cartera ha tendido a cero y que el bebé ha sorbido las pocas neuronas que tengo, pues entonces no hay nada nada nada interesante que contar... salvo que:

aLe ya está de nuevo en México!!!


Sí, tantas palabras sólo para decir que estoy feliz de que mi amiga favorita haya vuelto de las inhóspitas tierras canadienses al hermoso suelo mexicano, de que haya dejado el primer mundo pa'volver a esta tierra de nopal, que haya dejado el sushi y las hamburguesas por unos buenos tacos de la esquina, y que haya preferido a los morenazos de fuego antes que a los güeros rosas de ojo azul... jijijiji.

Welcome back my dearest!

miércoles, 21 de abril de 2004

A+ A+ A+ A+ A+ A+ A+

Irse de viaje una semana entera a un campamento donde no hay radio ni televisión es...es muchas cosas, desde relajante y descansador, hasta patético y desconectante (ando inventando palabras, nótese). Lo más cercano a la comunicación global en el campa es bajar al pueblo (léase Avándaro y/o Valle de Bravo), ir a un cyber y conectarse a la realidad virtual.

Ésa era mi idea, el día libre ir aunque sea una horita y ponerme al tanto de lo que estaba pasando "allá afuera". Hasta le dije a aLe que le escribiría cómo iba todo en el campa...Pero nah, la EXCELENTE compañía y el darme cuenta que por primera vez en cinco años tenía TODO el día libre completamente libre (es decir, ya no soy tan importante, ya no participo en las asambleas, ya no soy parte del liderazgo fuerte) me hizo desafanarme del internet.

Llegando a MTY las cosas no cambiaron mucho. No tengo tele en mi cuarto. Me quedaba chutarme los periódicos de toda la semana pa'mas o menos saber que onda con el mundo. Neta, no tuve ni tengo ni tendré tiempo. Me han traído en frieguita loca en la oficina, como que se están desquitando de haberme dado permiso de faltar toda la Holy Week con el pretexto del campa. Pero bueno, uno se entera por aquí y por allá que realmente no ha pasado gran cosa, es decir, pasa lo de siempre: gente rata llevándose el dinero de los pobres, miles de muertos aquí y allá, locos suicidas provocando caos en las ciudades, los diputados haciendo de todo menos legislar, anuncios antes de tiempo de votos nación contra nación, los mexicanos perdiendo el tiempo bigbrotheando todo el día... Ashh, esto de leer las noticias neta envenena el alma...

Y luego ayer me encuentro una fotografía en primera plana de un motín en una cárcel brasileña donde los presos arrojaron el cuerpo de un hombre decapitado y mutilado. No hay que ser. La gente con estómago sensible (como yo) sufre. Y mucho.

miércoles, 14 de abril de 2004

Laishita Bebé con sus cachorros recién nacidos

Laishita Baby Now Mom

Itter y Kailia

¡Somos los cachorros de Laisha!

martes, 13 de abril de 2004

Ya llegué...!
Como siempre, el viajecito al campa resultó catártico. Neta que la voz de Dios se escucha clara y pausadamente en Valle. Saludé a viejos amigos, hice unos pocos nuevos amigos (mejor calidad que cantidad), trabajé poco pero conciso... y sí, lloré como hacía mucho no lo hacía. Antes de irme había decidido abrir las ventanas del corazón para que entrara aire limpio y fresco, para que se fuera el olor a viejo, el aroma del dolor. Así pasó, encontré muchas respuestas a viejas preguntas y muchas nuevas preguntas para ocupar mi tiempo. Sigo en crisis, pero ya no sufro sola.

Después del campa, fui a casa a saludar a mi familia. Las cosas salieron bien, aunque esperaba que salieran mejor. Seguramente todo se debió a que todos crecemos a velocidades distintas: mientras yo estaba lista para hacer preguntas, papá no estaba listo para ofrecer respuestas. El equilibrio es muy difícil de lograr, es de lo poco que recuerdo de mis clases de ingeniería química.

Finalmente, el saldo del viaje es positivo. Salvo un pequeño detalle, un ligero pero peligroso descuido que tuve...con el corazón. En realidad es algo bueno por lo que se queda atrás, pero es malo porque no sé lo que venga delante (y lo que venga no depende de mí). Trataré de no ocuparme mucho en eso, pues finalmente, en prácticamente todas las áreas de mi vida, sólo alcanzo a ver la porción de camino sobre la que estoy parada.