jueves, 26 de febrero de 2004

El domingo pasado se hizo historia (bah'!) en el futbol soccer mexicano. Una mujer, Virginia Tovar, fue la arbitro central del partido Irapuato-America. No vi el partido, una porque ahorita no tengo tele y dos porque ninguno de esos equipos es mi favorito. Lo que si hice fue ver los resumenes y vaya, coinciden en que su trabajo fue de aceptable a bueno. Claro que no falta uno que otro machito que la acusa de falta de preparacion (y puede ser cierto, pero eso no es privativo DE LAS MUJERES). O como Cuauhtemoc Blanco, que segun los que dicen que saben es el mejor jugador mexicano de futbol (que me cuenten uno de vaqueros por favor!), quien en una jugada donde la arbitro no marco a su favor le grito Mejor ponte a lavar platos cab...! La vdd, 5mentarios...

El asunto que quiero tratar no es la inclusion de una mujer en el cuerpo arbitral de un partido de futbol. Lo asombroso, en pleno siglo XXI, es que las noticias de mujeres que se involucran en terrenos anteriormente exclusivos para hombres ocupen las primeras planas. Cuando se deje de hablar de estos temas sabremos que la equidad de genero habra llegado a este mundo.
Me molesta, pero sobre todo me duele profundamente ver que muchos en el mundo siguen creyendo que la tarea de las mujeres es solamente quedarse en casa. Y me indigna que haya mujeres que se sigan tragando ese cuento. Y conste que no estoy en contra del hogar y el matrimonio, yo misma quisiera vivir esa etapa, pero existe algo muy sagrado, que aun el mismo Dios no se atreve a tocar, que es el libre albedrio. El libre albedrio para escoger la carrera que se quiera, el libre albedrio para decidir el rumbo de la vida, el libre albedrio para escoger los valores y las creencias en las cuales basar la existencia... y si Dios jamas nos obliga a nada, nosotros tampoco deberiamos hacerlo.

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