Pues la pinkie hormiguita sí me hizo tremenda roncha junto a la oreja. Pero bueno, poniéndome mi super repelente de insectos y protector contra las rascaduras evité que aquella monstruosidad de roncha creciera demasiado. Hoy sólo tengo un pequeño punto suporoso o como se diga...
Por cierto, gané la batalla contra las hormigas. Ayer eché matabichos en mi área de la oficina y las mugrosas no se han aparecido. Hoy llegué y había varias hormigas muertas sobre el escritorio... jejeje, soy mala muy mala!