Reporte Perruno
Desde la perri-cueva donde Laishita Bebé atiende a sus cachorros tenemos las siguientes noticias:

Eran tres los cachorros, un niño y dos niñas. Como siempre, el niño agandalló a su madre desde adentro del vientre y nació gordo, inflado, peludo y ¡válgame Dios! color cafecito (extraño, Laishita es blanca y el padre de sus hijos lo es aún más... uno cuidando la honra de las hijas y terminan saliendo con su domingo siete).
Así el asunto, a las dos nenas no les quedó mas que desarrollarse con lo poco que su hermano perruno dejaba para ellas. Resultado: una de las perrilinas se fue al cielo de los perros, de donde nunca debió haber salido (descanse en paz!).

La valiente madre perruna, léase Laishita Bebé, ha afrontado muy bien la repentina muerte de su cachorra y se ha avocado al cuidado de los bebés que le quedan. El niño inflado sigue creciendo, la cachorra parece que sobrevivirá. Esto es lo que se sabe a trece días del nacimiento perruno que conmovió a la escritora de este dignísimo bloj.
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Ahora, el asunto a resolver es el siguiente: de los dos cachorros hay que elegir uno para darselo a los dueños del padre perruno. Como yo soy la dueña de la madre, mis papás han dejado la decisión a mi entera discreción. Pero no sé por cual perro decidirme. El bebé pelota me simpatiza, ademas parece que fue el primogénito. Pero la nena perro me causa ternura por ser delicada y frágil. Tantos sentimientos para un par de cachorros que todavía no conozco. Si así me voy a poner con cada camada de la Laisha mas vale que la esterilize. Al fin que ya conoció de la vida, como dice el Enano, jajaja...

Update: Mamá dio en el clavo. Para no complicarme la existencia eligiendo entre uno de los bebés perro, haremos lo siguiente: el niño pelota se lo daremos a los dueños de su padre. A la nena le buscaremos acomodo entre los amigos de la familia. Y es que tener tres perros ya es demasiado. El Enano no quiere soltar a la Joy, la Pify aún defiende el honor del Peluso y yo, obviamente, no voy a dejar ir a la Laishita Bebé. Estoy triste, pero conforme.